Un matrimonio estaba desayunando en la cocina de su casa un domingo por la mañana y el marido le dice a la parienta:
-Cariño, después de 50 años, sigo sintiendo el mismo ardor guerrero por
ti, te cogería ahora mismo y te haría el amor encima de la mesa.
-Sí, sí, es verdad cariño, yo también siento lo mismo, en este mismo instante siento como me arden los pezones de pasión...
A lo que le contesta el marido:
- Y no me extraña que te ardan, tienes una teta en el café con leche y la otra en el tazón de chocolate...
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