Cerca de cien mil ciudadanos de Castellón sufren vómitos y estupefacción desde que se instaló
Cerca de trescientos dinamiteros de toda Europa llegarán durante los
próximos días al aeropuerto de Castellón para estudiar la voladura de la
estatua que el artista Ripollés ha levantado en honor de Carlos Fabra.
La ONG se ofrece también para colocar algunas cargas en el automóvil del
escultor e incluso en el propio escultor.
La estatua, cuyo coste ha supuesto más de trescientos mil euros,
sobrepasa groseramente los límites del buen gusto, y desafía todas y
cada una de las leyes de la armonía, la belleza, la decencia y la ley de
Boyle Mariotte, además de media docena de postulados éticos cuyos
autores, a pesar de haber muerto en el siglo pasado, han levantado la
cabeza para referirse al artista con calificativos poco elegantes.
Inspirada en la cabeza del presunto corrupto político, Carlos Fabra, la
escultura mantiene severamente indignados a cerca de cien mil ciudadanos
de Castellón que llevan ya varias semanas acusando malestar general,
vómitos, diarrea, irritabilidad y una exacerbada inclinación a pasar una
llave por la pintura de los coches oficiales.
El portavoz de Dinamiteros sin Fronteras aconseja que la voladura se
produzca cuanto antes, pues según Protección Civil hay también muchos
niños que han visto la estatua y se teme que puedan tener pesadillas con
Carlos Fabra.
Dinamiteros sin Fronteras cree que podrían fragmentar la estatua en
diecisiete mil pedazos irregulares y enviarlos a la estratosfera con una
explosión controlada pero acojonante.
Dinamiteros sin Fronteras volará la estatua de Carlos Fabra | Rokambol
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