Unos del Eugenio

¿Me da la hora, por favor?

Lo siento, se la acabo de dar a aquel señor que va por ahí.

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El chiste del [kulóm] (el colom, en català):

Resulta que era un tío que iba todos los días a la plaza Catalunya a tomar el sol sentado en un banco. En eso que cierto día se le acerca un colom (palomo) y le dice:
-¡Hola, macu!

El tío empieza a mirar a todos lados, no ve a nadie, y en eso que el pájaro salta encima del banco, se pone a su lado y le vuelve a decir:
-¡Hola, macu!

El tío se lo queda mirando fijamente y le dice:
-¿Me hablas tú?
-Claro que hablo! ¿No hablas tú también?
-¿Y cómo te llamas?
-Amadeu, ¿y tú?
-Yo, Sirili.

Total, empiezan a hablar, y se hacen amigos. Al dia siguiente, el tío otra vez charla con el pájaro; y todos los días igual.

En eso que llega un día y el tío piensa: se lo tendría que decir a mi mujer. Llega a casa y dice:
- Mira, Trini, me gustaría que el domingo viniera un amigo mío a comer a casa.
-¿De quién se trata?
-Es un pájaro que he conocido en la Plaza Catalunya.
-¿Que dices, Sirili? ¿Tú estás loco?

En eso que la madre les dice a los hijos:
-Hijos míos, vuestro padre está loco.

Los niños se quedan llorando en un rincón del comedor abrazados.
-¡El papá está loco!¡El papá está loco!

Total, que al día siguiente vuelve a la plaza Catalunya y dice:
-Mira, Amadeu, el domingo te espero a comer en casa.
-¡Vale tío!¿A que hora quieres que venga?
-Pues a eso de las dos y media.
-Ya vendré, nen.

Llega el domingo, la mesa está puesta, con el cubierto preparado para el colom. En eso que tocan las dos y media y el colom no llega. La mujer le dice al marido:
-¡Pero qué coño va a venir un colom a comer a casa, Sirili!
-¡Vendrá, ya verás como vendrá.

Las tres menos cuarto y el pichón sin llegar. Los niños llorando en un rincón del comedor:
-¡El papá está loco!¡El papá está loco!

Llegan las tres y el pájaro que no aparece. La Trini le dice al Sirili:
-Sirili, trabajas mucho. Háztelo mirar.
-¡Calla. Ya verás como vendrá. Además, es un colom de palabra.

En eso que a las tres y cuerto llaman a la puerta. El Sirili, abre, y efectivamente allí estaba el colom con La Vanguardia debajo de un ala, y le dice:
-Amadeu, Amadeu, has tardado mucho. Creía que no vendrías. ¿Porqué has tardado tanto?
-Bueno, hacía tan buen día que he venido caminando chinu-chano, ¿vale?



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